Históricamente, la robótica era inaccesible para los pequeños talleres especializados en acabados de metales diversos y de lotes pequeños debido al alto costo de la programación y los frecuentes cambios de equipo. La tecnología de cero programación cambia esta ecuación económica.
Configuración rentable: la eliminación de la necesidad de un consultor de programación externo para cada nuevo trabajo hace que el costo operativo del robot sea predecible y bajo.
Empoderamiento de los técnicos: los técnicos del taller, que entienden mejor las piezas, pueden usar la función Arrastrar y enseñar para programar trayectorias complejas en minutos, lo que permite al taller cotizar rápidamente y aceptar trabajos altamente personalizados.
Al brindar flexibilidad sin complejidad, estos robots fáciles de usar abren la puerta para que las empresas más pequeñas logren una calidad de clase mundial y compitan de manera efectiva contra competidores más grandes y automatizados.



















